21 de septiembre de 2013

La vía estrecha en España. Capitulo 3


Diorama JU5.


SOLUCIONES POSIBLES

Por lo tanto, para que los ferrocarriles de vía estrecha pudieran de verdad desarrollar plenamente sus posibilidades, sería necesario:

-Acometer la reforma integral de los trazados ferroviarios.

Se deberia rectificar el trazado de muchas líneas, eliminando curvas de radio reducido mediante trazados alternativos; vallado de vía en estaciones y puntos conflictivos; incorporar señalización de limitaciones de velocidad y señales de salida en todas las vías de las estaciones, incorporando balizas de frenado automático en caso de rebase indebido. En los trazados con carácter de cercanías, incorporar el bloqueo automático, y para el resto eliminar el antiguo bloqueo telefónico por algún sistema que, sin llegar a ser tan costoso como el sistema de bloqueo automático, ofrezca mayor seguridad que el telefónico; el bloqueo eléctrico-manual puede ser una solución muy apropiada. Por último, cierre de apeaderos con bajos índices de uso, sustituidos por aparcamientos gratuitos para usuarios del tren en las estaciones que se determine, así como conectar estas estaciones con las áreas de residencia mediante servicio público de autobuses. Las estaciones en poblaciones con presencia de ferrocarril de vía ancha deberían ser comunes, tal y como ocurre en Gijón o en Ferrol. Por último, el mantenimiento de la vía debe ser más cuidado, y el material móvil más moderno y veloz.

-Unificar todos los ferrocarriles españoles en una sola compañía.

La división de los ferrocarriles en diversas compañías es actualmente tema de moda; las directrices de la unión europea exigen la liberalización del sector y abrirlo al sector privado. Sin embargo, el fracaso de la privatización en Inglaterra debe ponernos sobre aviso. Por otra parte, aunque se produzca la privatización, los ferrocarriles de vía estrecha en manos de las autonomías no parece que se vayan a incluir, y si no se produjese no me parece lógico mantener diferentes compañías estatales, como ocurre en España.

Con privatización o sin ella, lo mejor para el usuario sería que todos los ferrocarriles españoles formasen una sola compañía, llámese RENFE o como se desee; la reglamentación, la formación de los agentes y el mantenimiento corresponderían al estado, y los operadores privados interesados en explotar los distintos servicios o líneas lo que harían es “pagar la factura” del material, trabajadores y mantenimiento necesario para prestar el servicio deseado, recogiendo los beneficios o pérdidas que conllevase; si por ejemplo el operador privado desea aumentar el número de trenes en la línea a su cargo, evidentemente deberá abonar el importe que ello implique, adquisición de material incluido; la pertenencia del personal al estado garantizará que se cumplan las normas con independencia del objetivo económico perseguido por el operador privado.

Con los ferrocarriles autonómicos ocurriría lo mismo: en vez de ser los dueños no sólo de las líneas, sino de la reglamentación, del mantenimiento y del personal, con el sistema descrito el estado sería el responsable de la seguridad y del personal, y los gobiernos autonómicos pagarían la factura del servicio que deseen prestar. De este modo se liberalizaría el ferrocarril, pues el sector privado puede participar, pero la seguridad necesaria para prestar esos servicios seguiría siendo potestad del estado ¡recuerden que en Inglaterra la seguridad fue puesta en manos del operador privado, y recortada para aumentar los márgenes de beneficios! El ferrocarril no es una tienda de ultramarinos, precisamente los muchos años de monopolio estatal (y antes, cuando las compañías privadas, el férreo control de la Inspección de Ferrocarriles) traen como consecuencia que difícilmente el sector privado tenga los conocimientos necesarios para poder dirigir una red ferroviaria sin ayuda de los profesionales que actualmente trabajan en ellas.


                                                                            Javier Golf, Valencia 2 de junio de 2003
BIBLIOGRAFIA

-Libro “Apuntes sobre Ferrocarriles”, de los ingenieros de Caminos, Canales y Puertos J. Badillo, M. A. Hácar y  M. Losada, Editorial Edix S.A., Madrid 1967.
-Artículo “Las posibilidades y limitaciones de la vía métrica” de L. Ubalde, presentado en el concurso organizado por la empresa COMSA sobre ferrocarriles, 2002.
-Ponencia “Priorizar la Movilidad desde el Transporte Público”, del Doctor Ingeniero de Caminos Ole Torshon Seminario sobre Transportes y Movilidad Sostenible, Peñíscola 2002





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